Buenos días a todos !! Comienzo esta aventura presentando un apartamento de 50m2 ubicado en Tamariu, en la Costa Brava,claro ejemplo de  interiorismo económico y sencillo.

La interiorista Marta Sellarès os resume como se realizó una reforma integral con una nueva distribución de la vivienda para conseguir sacar partido a las impresionantes vistas de la calita:

“La propuesta presentada consistió en crear espacios mucho más diáfanos y orientados hacia la terraza. Planteé un cambio total respecto a la distribución inicial; el tabique que separaba la habitación principal del salón se eliminó para crear un espacio único y muy amplio con varias funcionalidades: zona de cocina, comedor y salón. Todas ellas unidas por una gran puerta corredera de cristal que aportó mucha más amplitud al espacio, además de poder saborear el mar desde el propio sofá.

Aposté por introducir una chimenea de forja en el salón de la tienda Alsesa. De esta manera el apartamento podía ser disfrutado durante todo el año. El resultado es un toque moderno y desenfadado que combina a la perfección con el resto de materiales nobles.

El mobiliario del salón fue una recolecta de elementos reciclados mezclados con muebles nuevos. El baúl, ya perteneciente a la propietaria, fue decapado y pintado en tono rosado dándole un toque vintage a la estancia. Lo mismo ocurrió con la mesita auxiliar donde opté por reciclar y pintar un antiguo palet. El sofá cama Ghost se adquirió en la tienda Vinçon , igual que la famosa butaca Butterfly.  El toque de color lo dan los diferentes cojines en tonos anaranjados y rosados junto a un vinilo de Bauhaus muy desenfadado y divertido.

Propuse una iluminación puntual, ya que durante el día la luz natural es sobresaliente. La lámpara de pie es de L’Appartment.

La cocina está completamente integrada en este espacio común. Es de la firma Santos. Se caracteriza por ser de líneas muy rectas y simples por ser completamente blanca. Los electrodomésticos están incorporados en el interior del mobiliario. La cocina está compuesta por una encimera sin ningún armario superior. En la parte izquierda hay dos columnas con el mismo acabado; una es la nevera y la otra un armario de almacenaje. El naranja es el color característico de esta zona y va muy unido al color de los complementos de la zona de estar.

Se mantuvieron dos dormitorios como en un inicio, pero ubicados en distintos lugares. La habitación principal pasó a la parte trasera con vistas a la montaña y la habitación secundaria en el lugar donde anteriormente se encontraba la cocina. Se apostó por un mobiliario muy sencillo y fresco. El propio cabecero de la habitación es la pared en tono verde oliva. Las mesitas de noche son el resultado de la reconversión de una estantería que estaba en el salón antes de la reforma.Otro guiño al interiorismo económico. La ropa de cama se eligió como base el blanco (para sábanas y cojines), y una colcha y cojín coordinados con la pared principal. El resto de habitación lo ocupa un gran ventanal vestido por una cortina de lino que deja entre ver las vistas a la montaña”.

Interiorista: Marta Sellarès