Esta semana presentamos Casa Baladrar; un proyecto de rehabilitación y reforma de vivienda unifamiliar en Benissa, Alicante, diseñada por Langarita Navarro Arquitectos.
El trabajo de María Langarita y Víctor Navarro ha sido mostrado en diversas exposiciones, entre ellas en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2008 y en 2014. Han dirigido el taller de verano de la XII BEAU – UIMP y han sido jurado de la X Bienal de Arquitectura de Santo Domingo. Su obra ha sido reconocida con la mención especial Premio Mies van der Rohe 2013, así como con el premio de la XII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, el premio FAD 2012, el ar+d Award for Emerging Architecture 2012, el premio AD Heineken Nuevos Valores 2013 o el premio COAM 2013.
El proyecto de reforma de vivienda unifamiliar de Langarita Navarro es una combinación de innovación, eficiencia e imaginación que se diseña para acoger las demandas de una vida multifamiliar en verano y el retiro de jubilados el resto del año:
Un diseño premiado
La casa se apoya en las existentes terrazas de ascendencia agrícola que salvan la fuerte pendiente del solar. La diferencia de altura de la parcela permite desde la cota superior obtener unas espléndidas vistas lejanas del mar mientras la parte inferior se asoma al cauce asilvestrado de un arroyo que desemboca en una cala de cantos rodados.
La vivienda se alía con las vistas y la brisa y aprovecha los desniveles y la vegetación para construir los rincones en los que desplegar actividades simultaneas a lo largo del día y la noche. Se han conservado los arboles existentes y se han aportado nuevas especies para conquistar la exuberancia onírica prometida.
Los espacios interiores se organizan en cascada, dejando en la parte superior las zonas públicas asociadas a terrazas miradores y en la inferior las habitaciones conectadas con el jardín y la piscina.
El detalle propuesto para los huecos elimina la presencia del vidrio cuando están abiertos lo que permite entender la casa como un enorme porche que da continuidad a las actividades exteriores en el interior.
La construcción aprovecha la inercia térmica del hormigón visto y la piedra y la combina con la ligereza de las celosías verde aguacate y el mosaico vítreo para proporcionar ambientes frescos y ventilados.
La geometría y materialidad mineral se mira en el imponente Peñón de Ifach y responde al deseo de viajar en el tiempo con el mínimo mantenimiento”.
Arquitectura e interiorismo: Langarita Navarro Arquitectos.
Fotografía: Luis Diaz.