En ocasiones, para ganar, hay que perder algo. Y esto fue lo que ocurrió en esta bonita vivienda, ahora con espacios amplios y de estilo nórdico, del ensanche de Valencia. La vivienda, cuyo proyecto de interiorismo desarrolló Homelabdesign, constaba de tres dormitorios pero no era muy funcional para una pareja con un niño pequeño.
Ahora, con un dormitorio menos, es mucho más funcional, espaciosa y luminosa…
La arquitecta Anca Luciana Rotaru de Homelabdesign desarrolló el proyecto para adaptar la casa a las necesidades de la familia. El principal objetivo del proyecto es generar espacios fluidos, sin perder la identidad de una vivienda de ensanche, con techos altos y molduras originales. Además de eso, generar el mayor espacio de almacenamiento posible para la familia.
La tercera habitación que se eliminó se repartió entre la cocina, el dormitorio principal y dos armarios de techo a suelo que sirven como ropero y como despensa y espacio de lavandería.
La comunicación fluida entre espacios
La comunicación entre las estancias también era básica. Para ello, se sustituyó el tabique que cerraba la cocina por una pared acristalada y abrió una nueva puerta de doble hoja entre el dormitorio infantil y el salón, Así se consigue un amplio espacio común que permite observar al niño pequeño mientras juega.
En el dormitorio infantil solo los muebles básicos, la cuna, una estantería en la pared, perchero y baúles de almacenaje.
En cuanto a los revestimientos de la casa, se restauraron las puertas de madera original, conservando los diseños de las molduras y se instalaron dos tipos de suelo; baldosa porcelánica y madera, diferenciando así los recorridos y marcando las tres estancias que configuran la vivienda. En el dormitorio infantil y la zona de juego se ha pintado una zona en azul a modo de zócalo. Los techos y molduras, especialmente bonitos en el salón, se han conservado originales
Decoración de estilo nórdico
Los muebles y la decoración son tan funcionales como la planta de la vivienda. Muebles de estilo nórdico en blanco y roble, con toques de color en amarillo y gris en textiles de habitaciones, cortinas y cojines del salón.
Se han cuidado todos los detalles, desde los pomos de porcelana de las puertas hasta los interruptores eléctricos, la iluminación y una misma gana de tonos blancos, negros, grises y marrones cubre todas las estancias. La nota de color la aportan las plantas, que dan vida y aportan la frescura del exterior al interior de la vivienda.
Una nueva vida para la familia.
Interiorismo y fotografía: Homelabdesign
Enamorada de este estilo nórdico! El suelo del baño es precioso.
A nosotros también nos encanta!! animaos a compartir alguno de vuestros proyectos con nosotros!!un saludo