Uno de los últimos proyectos del estudio Carmen Baselga taller de proyectos es esta reforma de vivienda en Valencia. Un proyecto que nos ha llamado la atención por su original diseño, que consiste en distribuir espacios a través del juego de volúmenes y texturas en techos y paredes.
Se trata de una vivienda familiar, por lo que el proyecto se abordó con el objetivo de crear una amplia zona de día para compartir; reduciendo al mínimo pasillos y distribuidores y ganando amplitud en los espacios comunes y redistribuyendo los de uso individual para mayor aprovechamiento.
Además de ganar amplitud en los espacios comunes, el encargo consistía también en actualizar la estética de la vivienda proporcionándole un aire más fresco y contemporáneo, donde tuvieran cabida también algunos de los objetos y muebles que ya poseían los propietarios.
Cajas que marcan y conectan espacios
El concepto clave de este proyecto es la forma de plantear los techos a modo de “cajas” como elemento para distinguir cada espacio o subespacio dentro de otros más amplios; cajas que rematan o cierran con un sentido simbólico de protección cada lugar específico de la vivienda.
Al marcado de espacios mediante las cajas se le suma el uso de papeles texturados en el techo; un recurso poco o nada habitual que contribuye a hacer más amable cada estancia no solo visualmente, sino también acústicamente evitando la reverberación del sonido, hecho que suele producirse sobre todo en espacios con amplias cristaleras como es el caso de esta vivienda o con el uso de superficies poco porosas.
Dos tonalidades diferentes de papel texturado se combinan con otras dos, un gris musgo y un blanco piedra, utilizadas en pintura, textiles y lacas, que junto con la utilización de dos tipos de maderas, jatoba para los suelos y roble teñido negro en algunos muebles, configuran la paleta de color de este proyecto.
Colores y texturas en el diseño de esta reforma de vivienda en Valencia
También se ha hecho uso puntual de otras tonalidades complementando a las básicas de la paleta de color, para personalizar las habitaciones de los hijos, como la que se ve en la fotografía donde la caja de techo está revestida en papel en un tono turquesa claro acorde con elementos de mobiliario y complementos de esta estancia.
Los cuartos de baño se han trabajado con el modelo Triangle de la serie Rombini de la marca italiana de cerámicas Mutina, creando una textura importante a modo de zócalo en una de las paredes, la cual se ilumina de forma indirecta consiguiendo un ambiente íntimo y relajado. Existe otra opción de luz que es la que proviene del techo retroiluminado, que al ser regulable permite intensidades mayores para cuando alguien va a maquillarse o afeitarse, o tenues para una ducha o baño de relax. Las piezas Triangle se combinan con un porcelánico liso de gran formato que reviste todo el baño. El juego de espejos amplía la sensación espacial.
La cocina, se amplía también robando espacio de un distribuidor colindante, de esta forma se generan varias zonas según los usos; y mediante el mobiliario, diseñado exclusivamente para esta casa, se consigue una gran capacidad de almacenamiento.
Diseño de iluminación que aporta calidez al espacio
La iluminación es otro factor que hace de esta vivienda un espacio vivido y acogedor a la vez; no solo por la elección de las luminarias, sino también por la temperatura de color elegida. La luz es cálida y homogénea en toda la casa independientemente del tipo de luminaria, ya sea focos empotrados, dirigibles, lámparas colgantes o de pie. A destacar la lámpara sobre la mesa de comedor de la marca checa Brokis que combina el tradicional cristal soplado a mano, con selectos materiales, como madera y metal trabajados a mano.
Los espacios comunes flexibilizan su uso gracias a la integración de grandes paneles correderos de madera lacada o cristal antracita, según los casos. Una vivienda contemporánea y funcional perfecta para su uso de vida en familia.
Interiorismo: Carmen Baselga Taller de proyectos
Fotografía: Hector Rubio